"El aspecto de Barcelona resultaba sorprendente e irresistible. Por primera vez en mi vida, me encontraba en una ciudad donde la clase trabajadora llevaba las riendas. Casi todos los edificios estaban en poder de los obreros y engalanados con banderas rojas o rojinegras; en todas las paredes había hoces, martillos e iniciales de grupos revolucionarios, el interior de la mayoría de las iglesias había sido destruido y quemadas sus imágenes [...]. En todo café se veían letreros que proclamaban su nueva condición de servicios socializados […]. Camareros y dependientes miraban al cliente cara a cara y lo trataban como a un igual […]. Nadie decía señor, o don y tampoco usted; todos se trataban de «camarada» y «tú», y decían ¡salud! en lugar de buenos días." (Relato de George Orwell al llegar a la Barcelona de 1936, en su libro Homenaje a Catalunya)
Un día antes, el 18 de Julio, militares reaccionarios se alzan contra la legitima República, dando comienzo a la guerra civil española. Guerra que el nazismo y el stalinismo utilizaran como medidor de fuerza antes de la 2ª Guerra Mundial.
El desarrollo de la guerra sacó a la luz los grandes errores de base del anarquismo, la brutalidad sanguinaria de Hitler, Mussolini y Franco, y la incompetencia estratégica de Stalin para realizar la revolución proletaria.
Aunque fueron muchos los errores cometidos, también fueron muchos los aciertos. Ya para la historia quedarán las Brigadas Internacionales, las colectivizaciones realizadas por la CNT y el POUM en Catalunya y en el frente de Aragón, la heroica columna Durruti conmandada por el inmortal revolucionario anarquista Buenaventura Durruti,... .
Y es que analizar lo que pasó en la guerra civil española, es comprender los porqués de lo que luego pasaría en el desarrollo de la historia mundial durante el resto del s.XX y principios del XXI.
"Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades... ¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero, le repito, a nosotros no nos dan miedo las ruinas porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones... ese mundo está creciendo en este instante." (Buenaventura Durruti, durante una entrevista realizada en mitad de la guerra a un periodista canadiense, muy recomendada, la clarividencia de Durruti sobre lo que supone el stalinismo es asombrosa.)