Monday, July 9, 2012

Iniciativa Internacionalista.

Mi voto para las elecciones al Parlamento Europeo va para Iniciativa Internacionalista. Leyendo su manifiesto y la gente que lo firman podemos decir que es una candidatura que promete mucho. Totalmente de acuerdo con todas sus reivindicaciones. La verdad que hace tiempo que no encontraba una candidatura tan interesante. Aquí os dejo diez razones por las cuales voy a votar por esta prometedora iniciativa. Esperemos que no sea ilegalizada por esta monarquía-democrática(¿?) bananera. Dejo un enlace directo a su web en la sección de contrainformación:



Diez razones para votar a Iniciativa Internacionalista.
(por Manuel M. Navarrete)

1) Como marxista, me propongo destruir el capitalismo -cuya fase actual es el imperialismo- y España es un Estado imperialista. Allí donde las naciones subyugadas han logrado su independencia formal pero no el socialismo, el imperialismo español es de carácter económico (véase la acción de multinacionales como Repsol-YPF, Banco Santander, Telefónica, Endesa, Cepsa, BBVA, Altadis, ACS, Iberdrola...). Allí donde las naciones subyugadas siguen formando parte del Estado, el imperialismo español es de carácter político (véase Euskal Herria, con partidos ilegalizados, periódicos clausurados, torturas, persecución política por el mero hecho de defender la autodeterminación...).

2) Como marxista, sé que aparte de la división en clases (relaciones de función y subordinación) la humanidad se divide a su vez en grupos yuxtapuestos en el espacio, como los pueblos, las naciones y los Estados. Como marxista, no soy economicista ni obrerista, por lo que sé que aparte del capital económico existe un capital simbólico, y que aparte de la lucha obrera existen las luchas ideológica y política, las luchas de género, las luchas antirracistas, etc.

3) Como marxista sé que España no es ni ha sido nunca una nación, ya que para el marxismo una nación es una comunidad históricamente formada, asentada en un mismo territorio, que habla el mismo idioma y comparte una misma cultura y una misma historia en común. Dada la peculiar historia de este Estado (que como tal no nace hasta 1876, final de la tercera guerra carlista) y el fracaso de su revolución burguesa, aquí las diferencias nacionales no fueron aplastadas, de modo que España es un Estado plurinacional. En el Estado español coexisten distintos idiomas, distintas economías y distintas culturas que se manifiestan en distintas psicologías nacionales plenamente diferenciadas.

4) Como marxista defiendo la autodeterminación y, eventualmente, la independencia de determinadas naciones. Marx apoyaba la independencia de Irlanda, Polonia, India y cuanta nación se enfrentara a un Estado imperialista en su tiempo. Lenin no sólo defendió el derecho de autodeterminación, sino que lo reconoció legalmente en la URSS (que -como su propio nombre indica- no era una república, sino una unión de repúblicas en la que las competencias de las repúblicas estaban separadas de las de la unión).

5) Como marxista, sé que los medios de comunicación masivos son empresas privadas que defienden, lógicamente, los intereses de las empresas privadas y, por tanto, atacan al socialismo. Al partir de la base de que el objetivo de estas empresas (aparatos ideológicos del Estado en realidad) no es informar de la verdad, sino defender determinados intereses, no me dejo manipular por las campañas de propaganda anti-abertzale o anti-cubana habituales. Por eso sé que el verdadero motivo para las ilegalizaciones no es la no-condena de ETA (además de que guardar silencio no puede ser punible en ninguna legislación del mundo), sino la articulación de un potente movimiento de masas en Euskal Herria. Por ejemplo, el 21 de mayo los sindicatos abertzales convocan la primera Huelga General anti-crisis de todo el Estado español.

6) Como marxista, no me sorprende que el independentismo mire con recelo al PCE ni me rasgo las vestiduras por ello. Sino que comprendo que, en el Parlamento, el PCE no se opuso a la ley más fascista y agresiva de derechos políticos de toda Europa (que es la Ley 6/2002 de Partidos Políticos), además de que ha apoyado mociones de censura del PP-PSOE contra ayuntamientos controlados por la izquierda vasca. Por tanto, lo que me sorprende es que, a pesar de estas traiciones, los independentistas aún tengan la generosidad y la voluntad de negociar con el comunismo organizado a nivel estatal pero respetuoso con la autodeterminación.

7) Como marxista defiendo, por supuesto, el socialismo. Dado que defiendo la autodeterminación y el socialismo, y que eso es justamente lo que defiende la izquierda abertzale, la coincidencia entre nosotros es obvia.

8) Como marxista, dado que el Estado español es imperialista, practico el “derrotismo revolucionario” cuando dicho Estado se enfrenta a una nación oprimida económicamente (como cuando el rey mandó callar a Chávez) o políticamente (como cuando Garzón manda callar al independentismo vasco).

9) Como marxista, pienso que los aparatos represivos del Estado no actúan por la maldad de uno u otro hombre determinados, sino en función de los intereses de clase. Por ejemplo, la dictadura del gran capital no vino de Franco, sino que Franco vino del gran capital (que lo financió e impuso para que ejerciera la represión que, ante el auge del movimiento de masas, ese gran capital necesitaba). Por eso, como marxista, no pienso que las durísimas condenas por quemar fotos del rey o por defender la autodeterminación vengan de la maldad de tal u cual juez. Por el contrario, muestran que las mayores grietas del Estado español son la monarquía y la cuestión nacional.

10) Como marxista, sé que sin autodeterminación no puede haber solución ni al conflicto vasco ni al resto de tensiones territoriales del Estado español, ya que toda república federal que no respete este principio es un polvorín que está condenada a estallar en un periodo más o menos corto de tiempo.

Considero que Iniciativa Internacionalista no sólo es la candidatura que más organizaciones anticapitalistas agrupa en su seno. No sólo es la que más ha intentado negociar la unidad. No sólo es la que más preocupa al poder (como demuestran los primeros síntomas de criminalización en el ABC y la COPE). Sino que, además, es la que más y mejor ha comprendido la necesaria confluencia de los movimientos de liberación nacional con el comunismo, del nacionalismo de los oprimidos con el internacionalismo proletario.

Por ello, y con todo mi respeto y fraternidad para el resto de opciones revolucionarias, mi voto (si así lo permite el “democrático” Estado español) irá para Iniciativa Internacionalista, con la esperanza de que el 7 de junio sea sólo el comienzo, nunca el final, de la construcción -junto a muchos otros- de un frente contra el capitalismo y por los derechos los pueblos.


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