Fumata blanca, habemus papa. Las grandes corporaciones capitalistas ya tienen a su nuevo relaciones publicas para los próximos 4 años. Han encontrado a una mala copia de Martín Luther King o Malcom X . Y como tal lo han vendido a las clases medias-bajas norteamericanas.
Se han escrito miles de artículos sobre las elecciones. Aquí os dejo una recopilación de artículos muy interesantes de opiniones de Fidel Castro, James Petras, Howard Zinn...reunidas por Insurgente:
De todas formas eso de que en los EEUU hay democracia no es más que una farsa más. La semana pasada pudimos ver en RTVE un documental titulado "EEUU, una democracia limitada" , en el cual se saca a la luz toda la miseria electoral norteamericana.
Aquí os dejo una representación de como funciona ese sistema electoral . Aunque personalmente me sigo quedando con el sistema electoral cubano, a pesar de sus errores sigue siendo de los más democráticos y justos que existen.
Y todo parece indicar que Venezuela se dirige a un sistema parecido al cubano, a pesar de no ser aprobada la nueva reforma constitucional propuesta por Chávez hace ya casi un año. Pero el PSUV parece estar tomando forma a marchas de gigantes, y poco a poco se está comenzando a hacer una limpieza de los arribistas y burócratas infiltrados dentro del partido , afortunadamente.
Aunque el mejor artículo publicado sobre la victoria de Obama ha sido escrito por el imprescindible Eduardo Galeano, como siempre claro y directo. Aquí os dejo el artículo entero para que lo disfrutéis:
¿Obama probará, desde el gobierno, que sus amenazas guerreras contra Irán y Pakistán fueron no más que palabras, proclamadas para seducir oídos difíciles durante la campaña electoral?
Ojalá. Y ojalá no caiga ni por un momento en la tentación de repetir las hazañas de George W. Bush. Al fin y al cabo, Obama tuvo la dignidad de votar contra la guerra de Irak, mientras el Partido Demócrata y el Partido Republicano ovacionaban el anuncio de esa carnicería.
Durante su campaña, la palabra leadership fue la más repetida en los discursos de Obama. Durante su gobierno, ¿continuará creyendo que su país ha sido elegido para salvar el mundo, tóxica idea que comparte con casi todos sus colegas? ¿Seguirá insistiendo en el liderazgo mundial de los Estados Unidos y su mesiánica misión de mando?
Ojalá esta crisis actual, que está sacudiendo los cimientos imperiales, sirva al menos para dar un baño de realismo y de humildad a este gobierno que comienza.
¿Obama aceptará que el racismo sea normal cuando se ejerce contra los países que su país invade? ¿No es racismo contar uno por uno los muertos invasores en Irak y olímpicamente ignorar los muchísimos muertos en la población invadida? ¿No es racista este mundo donde hay ciudadanos de primera, segunda y tercera categoría, y muertos de primera, segunda y tercera?
La victoria de Obama fue universalmente celebrada como una batalla ganada contra el racismo. Ojalá él asuma, desde sus actos de gobierno, esa hermosa responsabilidad.
¿El gobierno de Obama confirmará, una vez más, que el Partido Demócrata y el Partido Republicano son dos nombres de un mismo partido?
Ojalá la voluntad de cambio, que estas elecciones han consagrado, sea más que una promesa y más que una esperanza. Ojalá el nuevo gobierno tenga el coraje de romper con esa tradición del partido único, disfrazado de dos que a la hora de la verdad hacen más o menos lo mismo aunque simulen que se pelean.
¿Obama cumplirá su promesa de cerrar la siniestra cárcel de Guantánamo?
Ojalá, y ojalá acabe con el siniestro bloqueo de Cuba.
¿Obama seguirá creyendo que está muy bien que un muro evite que los mexicanos atraviesen la frontera, mientras el dinero pasa sin que nadie le pida pasaporte?
Durante la campaña electoral, Obama nunca enfrentó con franqueza el tema de la inmigración. Ojalá a partir de ahora, cuando ya no corre el peligro de espantar votos, pueda y quiera acabar con ese muro, mucho más largo y bochornoso que el Muro de Berlín, y con todos los muros que violan el derecho a la libre circulación de las personas.
¿Obama, que con tanto entusiasmo apoyó el reciente regalito de setecientos cincuenta mil millones de dólares a los banqueros, gobernará, como es costumbre, para socializar las pérdidas y para privatizar las ganancias?
Me temo que sí, pero ojalá que no.
¿Obama firmará y cumplirá el compromiso de Kyoto, o seguirá otorgando el privilegio de la impunidad a la nación más envenenadora del planeta? ¿Gobernará para los autos o para la gente? ¿Podrá cambiar el rumbo asesino de un modo de vida de pocos que se rifan el destino de todos?
Me temo que no, pero ojalá que sí.
¿Obama, primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos, llevará a la práctica el sueño de Martin Luther King o la pesadilla de Condoleezza Rice?
Esta Casa Blanca, que ahora es su casa, fue construida por esclavos negros.
Ojalá no lo olvide, nunca.
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